Este diseño me lo inspiró una puesta de sol en la Costa Brava. Quería crear un bikini que hablara de vitalidad, de optimismo, de esa energía que se contagia.

El color amarillo es vibrante, y el corte asimétrico aporta fuerza y feminidad. Rahel Kebede, con su presencia serena y poderosa, le da vida como nadie. Es para mujeres que iluminan allá donde van.

Me apetecía volver al negro, pero desde un lugar más puro. Este bikini tiene líneas sencillas y un tejido técnico que realza la silueta sin marcar. Lo diseñé pensando en esos momentos en los que menos es más.

Maria Rubies, que representa tan bien esa mezcla de elegancia y frescura, fue la elección perfecta para este modelo. Es el clásico que nunca falla, pero con alma contemporánea.

El blanco siempre me ha parecido un color valiente. Dice mucho sin decir nada. El modelo Blanco Gold tiene inspiración retro, con tirantes finos y detalles dorados que aportan un toque de luz y sofisticación.

Ambas modelos lo llevan en la campaña porque quería mostrar que lo delicado también puede ser fuerte, y que la belleza está en la sencillez. Es el bikini para sentirte tú, sin filtros, con brillo propio.